Por Prof. Rubén Vergara
Estamos acostumbrados a vivir en un mundo de adultos. En ocasiones pareciera que nuestra sociedad está hecha, organizada, manejada y dirigida por personas mayores y nos olvidamos de que los niños y jóvenes son una parte fundamental de ella, ya que son, precisamente ellos, los que el día de mañana estarán al frente. Es una práctica común, aunque desafortunada, el que muchas veces descartamos o descalificamos una opinión por el solo hecho de que proviene de un niño o de un joven. Con mucha frecuencia sucede que la idea de un menor de edad tiene mucha más solidez y congruencia que la de un adulto “experimentado”.
Sí, evidentemente, hay muchos aspectos exclusivos de los adultos y en los que los jóvenes no tienen una participación activa, sin embargo, es muy sano el hecho de darle oportunidad y crédito a lo que los chicos nos quieren expresar. Justo uno de esos temas que se tienen “reservados” para los adultos es el tema del manejo del dinero y las finanzas. Cuando se trata de esta temática, en automático damos por hecho que un joven no tiene la capacidad de entender, y mucho menos, participar en el manejo del dinero. La pregunta es: ¿No será momento de empezar a cambiar esta idea?
Los jóvenes tienen una gran capacidad de entendimiento y normalmente son mucho más concretos y simples, en el buen sentido, que los adultos. Todos sabemos que el tema financiero es delicado si no se toman las decisiones adecuadas. Son incontables los casos de personas que viven constantemente endeudadas y con problemas económicos derivados de una o varias malas acciones relacionadas con el manejo de su dinero.
Hablar de finanzas sanas implica que cada persona o cada familia debe buscar la forma adecuada para manejar y administrar su dinero de forma responsable; idea que llevada al campo de la cotidianeidad no es otra cosa que no gastar lo que no se tiene y procurar que nuestros egresos jamás sean superiores a nuestros ingresos. No se puede gastar lo que no se tiene, de lo contrario, es cuando llegan las deudas y con ellas, los problemas.
Nuestros hijos, alumnos, sobrinos, primos que hoy son menores, el día de mañana tendrán que aprender a relacionarse de manera responsable con el dinero y a saber qué hacer con él. Por esto, es muy recomendable que, desde temprana edad, ellos empiecen a darse cuenta de la mecánica y la importancia de una buena administración. La mejor forma de lograr lo anterior es poniéndolos en contacto con el dinero, así de simple.
Es momento de quitarnos la idea de que el dinero en manos de un joven se esfuma y no es bien aprovechado; y para ello, aquí hay algunos tips de cómo ir involucrando a nuestros jóvenes en el manejo de sus propias finanzas:
· Asignar una cantidad semanal fija para que ellos tengan su propio dinero
· Buscar y compartir con ellos algunos artículos sencillos de finanzas personales
· Inculcar el hábito del ahorro
· Ayudarle a establecer objetivos
· Enseñarles a diseñar un presupuesto familiar
· Hacerles ver que hay maneras de incrementar su dinero y que no todo es gastar
· Buscar la forma para que distingan entre sus necesidades básicas y diversión
· Crearles una cuenta de ahorro para jóvenes en alguna institución financiera
· Enseñarles el manejo y los riesgos que implica una tarjeta de crédito
El valor del dinero no está implícito en una moneda o un billete, sino en la forma que cada uno lo use y lo administre. Fomentemos en nuestros jóvenes el hábito de tener unas finanzas sanas y una relación responsable con su dinero.
REFERENCIAS